lunes, 7 de febrero de 2011

Me enamoré del amor y empecé a escribir.
Tuve en la playa al anochecer un refugio para tantas emociones,
Pero un día desperté sin inspiración y me dio todo igual.

Olvide visitar a la mar, mientras dejaba empolvar mis libros.
Y empecé a idealizar a la mujer de mis sueños.

No siento el mismo amor al arte, ni fluyen las palabras al escribir.
Se me fue la inspiración, y ella ni por curiosidad se asoma.

Hoy visitaré al sol en su caída y volveré a escuchar las olas,
Abriré mis libros y repasaré cada una de sus hojas.
Como la inspiración ya ni se asoma, iré por ella esta vez.

Y dejaré de pensar en ti, mujer soñada.
Porque es cuando menos te imagine, que aparecerás.

Un placer realmente haberles escrito.
Y os dejo este comentario hacia ustedes, en vez de ustedes a mí.

1 comentario:

Shang Yue dijo...

alguien dijo, hace mucho ya, que hay que perseguir los sueños...

adelante!