lunes, 22 de marzo de 2010

Lluvia al anochecer

Sólo la lluvia deja una pasión equívoca en el banco vacío de los enamorados.
Luís García Montero

Al alzar la vista notas el cielo cargado, cada vez más gris que azul. Y es cuando, derrepente, sientes la delgada agua de lluvia.

Lo que puedes hacer cuando la lluvia cae, es solamente dejarla caer... Después de todo, ¿no te encanta sentirla sobre la piel?

Es en ese momento cuando escuchas tu interior decir, si no has besado en una tarde lluviosa quizá nunca hayas sido besado.

Y descubres que a pesar de la piel mojada en la inminente noche, es el calor de dos cuerpos y sus labios el rescate anhelado.

domingo, 7 de marzo de 2010

La Mar


La mar, es así como la llaman cuando la quieren.

Hay también quienes le dicen el mar,
lo hacen como un contendiente, un lugar, o incluso un enemigo.

Pero la concibo como perteneciente al género femenino,
como una mujer que concede o da grandes favores,
y si hace cosas terribles es porque no puede evitarlo.