domingo, 26 de junio de 2011

El Chico del Viernes

"Me dijiste que conozco la mitad de tu vida, quedé con ganas de llenar la otra parte."

En el momento justo en que me atrapó la rutina, apareció un mensaje en mi monitor. Al principio no supe quien eras, pero te reconocí.

Inevitablemente ocurrió la oportunidad para salir, que fecha más extraña, el último día de octubre. Luego tras la excusa perfecta nos encontramos cada viernes siguiente.

Sabes, no puedo apartar de mi corazón el día que nos besamos. Fue un amanecer para mi alma, pero supe desde entonces que no era el único.

El último viernes que salimos intenté decirte lo que sentía, pareció no importarte. Fue una noche seca, aunque al finalizarla pude encontrar el tema con que lograste desnudar tanto guardado.

Cinco minutos antes que te vayas, intuí que sería el adiós definitivo. Al despedirnos volteé y vi como pasabas por aquella puerta, de donde sabía ya no te volvería a ver.

Recordando las analogías que usamos aquella noche, puedo decir que sin desamor no valoraríamos el amar. Tal vez seré otro más en tu vida, en cambio tu estremeciste el mundo a mi alrededor.