lunes, 22 de marzo de 2010

Lluvia al anochecer

Sólo la lluvia deja una pasión equívoca en el banco vacío de los enamorados.
Luís García Montero

Al alzar la vista notas el cielo cargado, cada vez más gris que azul. Y es cuando, derrepente, sientes la delgada agua de lluvia.

Lo que puedes hacer cuando la lluvia cae, es solamente dejarla caer... Después de todo, ¿no te encanta sentirla sobre la piel?

Es en ese momento cuando escuchas tu interior decir, si no has besado en una tarde lluviosa quizá nunca hayas sido besado.

Y descubres que a pesar de la piel mojada en la inminente noche, es el calor de dos cuerpos y sus labios el rescate anhelado.

1 comentario:

lisebe dijo...

Que delicia poder leerte!!! Es un sosiego y una paz irradias fuerza por todos los poros.. y por eso te estimo mucho aunque no sepa tu nombre Gio Batta.

Besos querido amigo