viernes, 25 de febrero de 2011


En una tarde de verano el mar se reflejó en sus ojos y el sonido de sus olas amansó su alma. Recordó las constantes caídas que sufrió en la vida, y la manera que se levantó de muchas de ellas.

¿Donde entra en este mundo un corazón que vea poesía en el aire, que aprecie el fondo sobre la forma, que vea mas allá de lo que el ojo a simple vista aprecia?

Descubrió que el hombre debe tener la sensibilidad necesaria para su tiempo y entorno, porque si no viviría como un enfermo. Y fue de esa manera que el sentimiento se fue perdiendo, porque donde hay más sensibilidad el martirio es más fuerte.

¿Qué nos pasa cuando crecemos?, los sueño que teníamos se esfuman en el aire. Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la falta de amor corroe al corazón.

Se inspiró para llegar a ser lo mejor de mí mismo, entendió el valor de un te amo, y que las palabras al ser usadas en demasía pierden su valor.

2 comentarios:

lisebe dijo...

La poesía Gio siempre está donde la ponemos y la dejamos, el corazón deja la huella que nosotros intentamos que perdure, el tiempo siempre hace el resto...

Mil besos mi poeta preferido

Shang Yue dijo...

no sé si tendrás razón y la falta de amor corroe el corazón

lo que le pasó al mío fue que se secó en el frío invierno