sábado, 4 de diciembre de 2010

“Creyendo en inocencia que el amor era como las tardes lluviosas, no me daba cuenta que al final de estas uno termina mojado.”

De repente, un día, tuve tantas emociones guardadas, que no pude contenerlas. Y hoy me lees aquí. La inspiración estaba conmigo, y los versos fluían.

No puedo evitar soñarte, tus manos finas cogiendo las mías. Tu cabello y tu mirada. No sé si estás, pero es como si sintiera que existes y me pides dar lo mejor de mí para estar junto a ti.

Crecí entre libros meditando frente a la mar, aunque las playas y las obras cambiaron de nombre; estas continuaron siendo parte de mi esencia.

Soy devoto de tu cuerpo mujer, y apasionado del enigma que eres. Nunca podré entenderte, pero amo desvelarme mientras lo intento.

Me dejé inspirar creyendo en inocencia que el amor era como las tardes lluviosas, no me daba cuenta que al final de estas uno termina mojado.

Considérame romántico en un mundo realista, porque es esta aptitud la que me hace amar cada día en la tierra, en el aíre o en la mar.

2 comentarios:

lisebe dijo...

Una manera preciosa de sentirse.. a la vez que ocasiones descorazonada, pero el amor es lo que tiene.. la felicidad completa no existe solo sueños de ella..
El amor es un barco
que cuando no llega a puerto
navega entre las aguas mansas
otras bravas y agitadas
y su destino a veces
se encuentra cuando no lo esperas...

Mil besos querido GioBatta

Unknown dijo...

...No esperare llegar al destino, me dedicaré a disfrutar del viaje en ese barco llamado amor.

Y cuando olvide el destino, será cuando llege a el.

Un beso mi querida,