“Creyendo en inocencia que el amor era como las tardes lluviosas, no me daba cuenta que al final de estas uno termina mojado.”
De repente, un día, tuve tantas emociones guardadas, que no pude contenerlas. Y hoy me lees aquí. La inspiración estaba conmigo, y los versos fluían.
No puedo evitar soñarte, tus manos finas cogiendo las mías. Tu cabello y tu mirada. No sé si estás, pero es como si sintiera que existes y me pides dar lo mejor de mí para estar junto a ti.
Crecí entre libros meditando frente a la mar, aunque las playas y las obras cambiaron de nombre; estas continuaron siendo parte de mi esencia.
Soy devoto de tu cuerpo mujer, y apasionado del enigma que eres. Nunca podré entenderte, pero amo desvelarme mientras lo intento.
Me dejé inspirar creyendo en inocencia que el amor era como las tardes lluviosas, no me daba cuenta que al final de estas uno termina mojado.
Considérame romántico en un mundo realista, porque es esta aptitud la que me hace amar cada día en la tierra, en el aíre o en la mar.